(La invasión de los
mendigos digitales)
Facebook se crea el año 2004 y todo lo que sigue a su aparición
se resume en “una clase magistral de Marketing y creación de conceptos de valor
sin valor” ¿cómo así?, ¿un mundo sin redes sociales? la verdad es que no lo
vivimos hace mucho, nuestra manera de acercarnos con los que estaban lejos se
llamaba teléfono, y servía sólo para hablar, ¿se recuerdan?. Con la aparición
de las redes sociales (partiendo por Facebook) comenzaron a aparecer otros subproductos
asociados que satisfacían necesidades inexistentes hasta ese minuto.
Primero fueron los juegos sociales “gratis” (nuestra
privacidad es, a mi parecer, un costo bastante alto), luego el estar conectados
con personas a quienes habíamos visto una vez en la vida (entretenido para
nosotros pero más para las empresas que monitoreaban el cruce de relaciones), a
lo que se siguieron sin cesar los álbumes compartidos, los grupos de interés
común y sin darnos cuenta, el vicio se había apoderado de nosotros, en menos de
un año pasamos a ser dependientes de algo que no teníamos idea que
necesitábamos, la vida de los otros se volvió un reality las 24 horas los 7
días de la semana de libre acceso y de quienes nos importaban.
Pero “había más” las mentes brillantes detrás de Facebook
tenían preparada una jugada maestra que nadie imaginaba, un arma que se
convertiría en una bomba de letalidad impensada, luego de habernos creado la
“dependencia al sistema” y en cosa de segundos, nos vimos envueltos en la
“fiebre por los likes”, fuimos “embajadores de marca” sin siquiera quererlo,
como casi por osmosis pegamos en “nuestro diario de vida” adhesivos de cuanta
marca se nos cruzó por enfrente.
¿Seamos honestos un ratito?, ¿ustedes creen que el Señor Zuckerberg
y su equipo no tenían claro que esto sucedería?, no
tenían dentro de su plan de negocios primero causar la dependencia, captar
nuestros datos para luego vendérselos a las marcas y más encima incitándonos a
que nos declaráramos VOLUNTARIAMENTE (acá el secreto) FANS (alias “me gusta”,
“la amo”, “es lo que quiero”, “me siento identificado”, “me gusta lo que
representa”) de sus marcas
Cuando las marcas se enteraron que alguien había inventado
un botón llamado “Like” al cual los usuarios accedían libremente pudiendo
asociarlo a ellas y así promocionarlas entre sus pares, su interés fue
instantáneo, pero la gran “trampita de
Facebook” era que este “botón” carecía de “todo el valor” que le estaban
adjudicando. ¿cómo así?, los invito a hacer el siguiente análisis.
Cuando uno quiere a algo o a alguien le es fiel, le gusta
exhibirlo, el sentimiento le hace declarar de manera inconsciente su
incondicionalidad (por lo menos eso dice la teoría), lleva lo que siente con
orgullo. Bueno, todo ello nos hace creer Facebook que se resume en un pequeño
botón llamado “Like” (es para aplaudirlos) pero… ¿algunos de ustedes es
verdaderamente fan de una marca?, si le cuesta responder, lo invito a hacer imaginar
lo siguiente:
Usted es fan de la marca A y la marca B (competencia)
aparece regalándole su producto estrella con la condición de que no sea fans de
la marca A ¿usted se cambia?, como es probable que usted haya llegado a la
marca A luego de que ella usó esta misma estrategia, pidiéndole que dejara a la
marca C, usted se cambiará, entonces, ¿dónde quedó su fidelidad como cliente,
su “like” era tan “like”?
Pero tranquilos, el panorama no es tan negro. el verdadero
desafío es ahora establecer sólidas relaciones luego de cada like, hacer que los
nuevos seguidores de las marcas que representamos pasen del “me quedo contigo
por lo que me regalaste” a un “me quedo contigo porque tu contenido me
representa”, al final es necesario que sin ver su logo “los fans sepan
identificar quien les habla” y que se les acerquen sin necesidad de tener que
regalar un auto, ya que cuando usted deje de “regalar” los likes se irán con al
igual que sus regalos. Ahora si cree que con hablar 10 veces al día basta,
¡cuidado!, TODAS LAS MARCAS ESTÁN HACIENDO LO MISMO, todas dicen buenos días,
todas dicen como estuvo el almuerzo, todas dicen hasta mañana y todas saludan
en días especiales, ¿qué hacen de diferente las marcas que ustedes representan
La manera de enfrentarnos a este escenario es dejar de lado
el facilismo, recordemos que nadie cuando nos conoce nos es realmente fiel de
buenas a primeras, si una persona no les da argumentos para entablar una
relación del tipo que sea con ustedes (sin necesidad de que sean explícitas), se
alejarán inconscientemente de su lado, en
cambio si conoce a alguien con quien día a día va trabajando en pro a la
construcción de un vínculo fuerte, le costará mucho más dejarlo.
Por lo tanto una receta propuesta sería algo más o menos así:
1. Definamos nuestro público objetivo (¿realmente queremos
que todo el mundo nos vea?)
2. Sembremos una comunidad: Creemos contenido único que vaya
de la mano con el pensamiento de lo que nuestra marca es, quiere decir y la
haga diferente de su competencia
3. Esperemos que el diálogo crezca y se fortalezca, recordemos
que la comunicación 360º no se produce al responder un tweet o un mensaje en
Facebook, se produce cuando modifico o hago algo “en el mundo real” con el
mensaje que recibo
4. Nutro y alimento mis relaciones con acciones de calidad
5. Cosecho los resultados obtenidos
6. Vuelvo a definir nuevos objetivos luego dependiendo de
mis nuevas necesidades.
Al final se trata de entender que si regalamos 1 auto, serán
cientos de fans instantáneos, pero lo importante es tener relaciones reales con
mis potenciales clientes, no saco nada con tener 1000000 jugadores en mi cancha
si ninguno mete goles, la invitación es a dejar de ser “mendigos digitales”
Saludos
Marco Nicolini
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